© 2017 La Carbonería
El arte de Antonio Santos (Huesca, 1955) es un arte isleño, un arte que recoge los temas, objetos y materiales que llegan a las playas de su taller y que se mueve siempre en las orillas, en el cambio de mareas entre lo infantil y lo adulto, lo cotidiano y lo metafísico, lo inocente y lo crítico, lo primitivo y lo contemporáneo. Una obra que, como las historias del marinero viejo, consigue mojarnos los pies en tierra firme.
Pero en la obra de Antonio no hay obras náufragas, arrancadas de su hilo conductor. Todas ellas se enlazan en un mundo imaginado por un niño que mira al mar desde el embarcadero, o como Antonio mira al mundo desde su mesa. Las imágenes y figuras nos embarcan en un relato que debemos navegar nosotros mismos, como escalas en una expedición, ciudades llenas de paseantes, perros, pájaros y mesas listas para sentarse a comer. Composiciones de un desorden minucioso que invita a implicarse y participar, porque se trata de una obra que es siempre un poco juego y un poco juguete.
En las influencias y querencias de Santos se identifican distinguidos tripulantes como Paul Klee, Torres García, Antonio Seguí o Giorgio de Chirico pero también las máscaras primitivas, los juguetes de la infancia o el carpintero del barrio.
Si continuas utilizando este sitio aceptas el uso de cookies. Más información
Los ajustes de cookies de esta web están configurados para "permitir cookies" y así ofrecerte la mejor experiencia de navegación posible. Si sigues utilizando esta web sin cambiar tus ajustes de cookies o haces clic en "Aceptar" estarás dando tu consentimiento a esto.