David Adiego (Zaragoza, 1977) nos presenta una reflexión acerca de los procesos evolutivos que atraviesa todo proyecto y, más concretamente, la importancia del ejercicio creativo dentro de esa evolución.

Un buen proyecto de diseño implica equilibrar los aspectos técnicos con la respuesta emocional. Para ello, el autor utiliza en muchos casos imágenes pensadas y germinadas en el terreno de la reflexión estética pura –la que podría asimilarse al trabajo del artista–, elaborando luego la conexión con cada proyecto concreto y sometiendo a estas imágenes a un proceso de depuración que las haga idóneas para su uso como elementos de comunicación formal.

Carbon Copy muestra una selección de setenta imágenes, procedentes de sus notas personales y cuadernos de bocetos, que fueron luego utilizadas en proyectos con clientes. En algunos casos rescata las imágenes originales, antes de ser modificadas. En otros, juega con estadios posteriores dentro de ese proceso de adaptación. El resultado es una colección de copias que, como las antiguas «copias carbón» del papel de calco, remiten a versiones de la imagen paralelas al definitivo.

Dispuestas en cuadrícula sobre un soporte común, las imágenes yuxtapuestas proponen un juego de relaciones. La exposición implica también al espectador, que puede retirar las obras adquiridas sin esperar, inmediatamente, reconfigurando las conexiones entre las piezas restantes.

Carbon Copy es además un guiño al proyecto de La Carbonería, que comunica a través de su nueva imagen un paso evolutivo en su trayectoria. Este paso busca la transformación y el crecimiento, pero remite precisamente al origen del espacio en sí y al espíritu que se fue conformando en su etapa anterior.